Aeropuerto de Córdoba: 15:45… el señor de Lan me dijo que más tardar a las 16 tenía que estar en la sala de embarque. Había cola, pero la gente no pasaba… era un grupo despidiéndose o todavía no se podía entrar… Hermanos menores: Dios los creó para algo.
Si, ya puedo pasar. Abrazos colectivos, algunos de ellos me quetaron la respiración física, todos ellos la emocional.
A mi no me gusta llorar, pero las lágrimas fluyen. Lentes oscuros: maravillosa creación!
Uff! Ya pasé. El detector de metales no sonó (ya saben los que preguntaban: no hay problemas con los piercings…)
El aeropuerto en la sala de embarque tiene: unos pisos divinos, unos vetanales geniales, muchas sillas, empleados que no se parecen a los empleados públicos, un free shop, una cafetería, UNA CAPILLA, como 5 televisores, millones de bolsos y valijas, enchufes estabilizados para los pasajeros… todo: MENOS CONEXIÓN WIFI!!! Aeropuerto bananero… habrase visto que una no pueda jugar al Malll World mientras se va en lágrimas y espera el avión…
Y encima otros sturistas incautos me miran trabajando en la notebook y se ilusionan… algunos inclusive se acercan a preguntar como hice para conectarme… No señores, no hay conexión, por eso yo trabajo en Word hasta que llegue a un aeropuerto de enserio y pueda abrir un blog.
Mientras tanto, me voy de paseo al free shop. Me quedaron $60 que tal vez gaste en algo barato…!
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